venerdì 25 giugno 2010

Desde mi nube


Suspendido a mitad del aire
en este cielo gris
miro abajo
para observar los autos
y las vidas que transcurren lentas
siguiendo un horizonte
de cipreses
que se extiende hasta desaparecer
y mi corazón se detiene
a escuchar en silencio
un dolor afónico
mientras con sus latidos
busca de barrer el polvo
y este malestar de existir
de las paredes y de los ángulos
más escondidos del alma
mientras aprieto entre las manos
una esfera de cristal.
Observo su luz tenue
emanante calor
y siento mi ánimo y mis ojos
soltarse en un llanto liberador.
Y mientras siento las lágrimas brotar
de mis párpados
como un tornillo cortado
cierro mis ojos
y uno mis manos en plegaria.

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