domenica 29 agosto 2010

El mundo fuera


Mírame
tenme dentro de tí
dentro de tu corazón
en tu dulce vientre.
Detente en mis ojos
embriagados de la belleza
de esta imagen retardada
de esta caricia
lenta, dulcísima
que captura nuestras miradas
intentando de robar un rayo de sol
para iluminar en secreto
la penumbra de esta habitación.
Tenme sobre tus labios carmín
sobre tu lengua y sobre tus dientes
que esperan lentamente
sobre mi mano
a secar las dulces gotas de abrazo
para calmar esta ávida sed de nosotros.
Dóname todavía
la dulce miel de fresa de tu piel
para alimentar mi deseo
marcado a fuego sobre mis labios
atentos a devorarte a besos.

Flor de Persia


Anudaré al corazón
notas suaves y dulces
escondidas
en un puesto secreto
entre mis dedos y las cuerdas
para crear un tapete de luna
que se alzará en vuelo
entre las puntas
de tus pentagramas.
Y cuando sí encantado tapete
vestido de audacia de Príncipe
osará aterrizar en el jardín
de tu dulce canto
te pedirá
de donarle la flor más bella,
tu voz por esposa
para volar con él
en su cielo de besos robados.

El falso bluff


El destino es un extraño
repartidor de cartas.
Mezcla sus cartas marcadas
y las sirve sobre la mesa verde
de nuestra vida.
Dirige el juego dándonos la ilusión
de ser nosotros a escoger.
A menudo es jugador despiadado.
Pone de rodillas al rival comiéndole
también hasta la última ficha.
Otras veces sorprende con su falso bluff
trampeando en favor
del adversariopara regalarle
la victoria,el trofeo,
la corona de laurel irisada.
Otra mano otra ronda de póquer
y te agradeceré como siempre
calando mi escala real.

mercoledì 11 agosto 2010

Gotas de estrella


Gotas de infinito
pasan a través
de tus mórbidos senos
como agua de estrellas
voluptuosa y perlada
que se lanza en el lago
de mi deseo
reflejado en el tuyo.

Tomo aire
a sorbos profundos
emergiendo de nuevo
de tus mórbidas aguas
para respirar
el encanto
salvaje y limpio
de tu desnudez de mujer
el perfume
del mosto embriagante
de tu ser mujer.

Te deseo
en cada pausa
de nuestros respiros
apesadumbrados, impetuosos
embriagados de nuestros ojos
y de nuestra carne
que débil y fuerte
se deja envolver
y fundir en un único ser...

...y en un silencio
que roba palabras y pensamientos
yo te contemplo.